La nube híbrida se está volviendo cada vez más popular en las empresas. En 2020, se esperaba que su crecimiento rondara los $74.9 mil millones, más del doble de su crecimiento en los últimos 4 años. Sin embargo, tal aumento no es una sorpresa. Cada vez son más las empresas que descubren los beneficios de utilizar un enfoque mixto o híbrido para sus estrategias de nube.
De hecho, parece que muchas empresas han completado el ciclo. Cuando la nube irrumpió en la sociedad hace algunos años, la mayoría de las marcas la vieron como la mejor forma de externalizar sus necesidades de infraestructura y limitar su CAPEX. Sin embargo, con el paso del tiempo, esas mismas empresas empezaron a ver algunas desventajas en ese enfoque, por lo que empezaron a elegir el camino intermedio: la nube híbrida.
La combinación de la capacidad de ampliación y la reducción de costes que ofrece la nube tradicional con el control y la facilidad de acceso a una infraestructura local se presenta sin duda como una opción ganadora. Y sin duda puede serlo. Sin embargo, muchas empresas que se pasan a la nube híbrida deslumbradas por esa brillante promesa suelen descubrir que dar el salto no es precisamente sencillo.
¿Está considerando dar este salto? Entonces hay algunas cosas que debe saber para saber si la nube híbrida es adecuada para su empresa.
Servidores en la nube
Beneficios de una nube híbrida
Si tantas empresas optan por la nube híbrida, tiene que haber más ventajas que la mera reducción de costes. Pues las hay. He aquí algunas de las más importantes:
- Capacidad de ampliación del negocio: Si bien es posible que dispongas de una infraestructura central en las instalaciones para procesos empresariales específicos, la nube te dará la flexibilidad suficiente para añadir más recursos según sea necesario. Obviamente, esto conllevará un coste que podría ser mayor cuando utilices la nube para procesos más complejos. Pero si utiliza la nube para copias de seguridad o archivo de datos, la nube híbrida puede ser muy positiva.
- Flexibilidad: Como tendrá su infraestructura dividida en una parte presencial y otra en la nube, podrá decidir dónde asigna sus cargas de trabajo. Como ya se mencionó anteriormente, puedes utilizar tu infraestructura local para ejecutar aplicaciones básicas o delicadas y utilizar la nube para desarrollar aplicaciones o productos, realizar pruebas, hacer copias de seguridad de archivos e implantar nuevas aplicaciones.
- Acceso a la última tecnología: Los proveedores de la nube siempre están desarrollando nuevas soluciones y herramientas para mejorar sus servicios. Aunque puedes mantener tu infraestructura presencial tal y como está, la parte en la nube podría permitir a tu empresa aprovechar nuevas herramientas para su desarrollo.
- Reducción de costos: Es imposible no mencionar a la reducción de costes como una de las ventajas de pasar a la tecnología híbrida, simplemente porque es una de las ventajas significativas de todos los servicios en la nube. Al externalizar parte de su infraestructura a la nube, estará limitando la cantidad de dinero que necesitará para mantenimiento, mejoras y actualizaciones. Además, no tendrá que buscar más espacio para guardar sus servidores y equipos adicionales, y reducirá el consumo de energía.
Los desafíos de la nube híbrida
No todo son ventajas cuando se trata de pasar a la nube híbrida. Por el contrario, hay ciertos retos que pueden hacerle replantearse su decisión de pasar a la nube híbrida. He aquí los más importantes:
- Dificultad para implementarla: Combinar tu infraestructura presencial con los servicios de un proveedor de nube no es precisamente como enchufar un cable y esperar a estar listo para funcionar. Por el contrario, hay que preocuparse por las APIs y los portales de gestión que tienen que “comunicarse” con sus propios servicios. Además, es posible que acabes con una implementación multicloud, utilizando los servicios en la nube de varios proveedores, lo que dificulta aún más la conexión, ya que tendrás que averiguar cómo implementar todas sus soluciones individualmente.
- Soporte de software: Si su empresa es como la mayoría, seguramente utiliza software adaptado a sus necesidades específicas. El problema es que muchas de estas aplicaciones no se crearon para la nube, sobre todo si son antiguas. Eso significa que las arquitecturas de ese software antiguo y las plataformas en la nube son diferentes, lo que puede dificultar el trabajo conjunto. Como las aplicaciones que utilizan arquitecturas monolíticas necesitan conexiones de red fiables y latencias de almacenamiento bajas (lo que no siempre ocurre con la nube), el potencial de contratiempos y rendimientos inferiores es alto.
- Rendimiento fluctuante: Siempre que contratas a un proveedor de servicios en la nube, debes saber que compartirá sus recursos con otros clientes. En otras palabras, se utiliza la misma infraestructura para un número cada vez mayor de clientes. Y como cada vez más empresas se pasan a la nube, la tendencia a contratar estos servicios no hará más que aumentar. En este contexto, es posible que tu rendimiento empeore, sobre todo si trabajas con grandes conjuntos de datos. Por si fuera poco, también está el problema de la latencia de la red. Tu proveedor de servicios de internet no puede garantizarte un ancho de banda estable que se adapte perfectamente a tus necesidades de tráfico. Y como lo canalizas todo a través de una única salida que se conecta a tu infraestructura local, aumentan las posibilidades de que el rendimiento sea deficiente.
- Cumplimiento de las normativas: El otro gran reto al utilizar un servicio en la nube es cumplir las numerosas normativas que podrían aplicarse a su empresa y a los datos que utiliza. Desde el GDPR hasta la HIPAA, tendrás que asegurarte de que la parte de la nube cumple con las normativas que puedan aplicarse o arriesgarte a una multa y a una posible pérdida de negocio. Aunque algunos de los principales proveedores pueden adaptarse a estas necesidades, es su trabajo asegurarse de que cumplen todas las normativas aplicables a su campo. Esto puede ser complicado dependiendo de dónde se encuentre y dónde haga negocios, ya que hay normativas locales que podrían aplicarse y que los proveedores no han tenido en cuenta.
¿Es la nube híbrida adecuada para su empresa?
Dados los retos, puede que pienses que es mejor mantenerse alejado de la nube por el momento. Sin embargo, ese no es precisamente un buen enfoque. Llevar una parte de tu negocio a la nube puede darte una ventaja significativa y ayudarte a conseguir tus objetivos. Por supuesto, para que eso ocurra, tendrá que crear una estrategia sólida que aborde de frente los retos de la nube híbrida.
Ese plan debe contemplar las normativas que podrían aplicarse, la interconexión entre su software local y las plataformas en la nube, los niveles de seguridad necesarios para proteger los datos que entran y salen, y algunas políticas y planes para hacer frente a escenarios inevitables, como los rendimientos inferiores a los esperados.
Si creas ese plan y lo controlas sobre la marcha, entonces la nube híbrida es definitivamente para ti. Implementarla puede ser difícil al principio, pero los beneficios que obtendrás con ella superarán con creces los inconvenientes. Sólo tienes que tener en cuenta que no tienes que pasarte a la nube porque todo el mundo lo haga, sino porque tiene sentido para ti.
Esta publicación es una colaboración de:
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