Las habilidades blandas están siendo cada vez más valoradas en el ambiente laboral. El contexto de continuas innovaciones tecnológicas en el cual nos encontramos ha llevado a que el contenido de las tareas que definen una ocupación se esté volviendo cada vez más cambiante. Esto lleva a que aquellas competencias socioemocionales, que no están centradas en la tarea en sí, hayan cobrado más importancia en los últimos años.
En este artículo te explicaremos qué son, así como también las diferentes rutinas y consejos que pueden ayudarte a mejorar las habilidades blandas a nivel personal y laboral.
La importancia del trabajo en equipo
¿Qué son las habilidades blandas?
Recordemos que las habilidades blandas o soft skills, son aquellas competencias personales que una persona va desarrollando con el tiempo. Tal como se puede apreciar en el segundo informe del Monitor Laboral, el trabajo en equipo, el compromiso, la empatía, la comunicación y ciertas asociaciones a la personalidad son algunas de las habilidades blandas que buscan las empresas. Estas competencias también suelen ser definidas como transversales, ya que son comunes a cualquier nivel profesional.
Las habilidades blandas pueden clasificarse en tres principales categorías:
- Las competencias más vinculadas a la tarea, como lo son la gestión, la organización y la planificación.
- Las competencias vinculadas a la persona, ya sea las que implican una relación integradora con otras personas (por ejemplo el liderazgo, la comunicación y la negociación) o las que estimulan el desarrollo personal, tanto propio como ajeno (como la formación, la motivación o la delegación).
- Las competencias vinculadas al contexto, como la toma de decisiones, la iniciativa y la innovación.
De este modo, se puede apreciar como las competencias blandas no responden a una profesión o trabajo específico, sino que a habilidades personales que pueden ser aplicadas en cualquier ámbito laboral.
¿Cómo desarrollar habilidades blandas?
Desarrollar habilidades blandas implica un trabajo importante de autorreflexión y conocimiento de uno mismo, ya que es fundamental comprender qué competencias personales manejamos de mejor manera y cuáles son las que debemos mejorar.
Trabaja en equipo
El trabajo en grupo es un aspecto fundamental para cualquier persona que desee mejorar sus habilidades blandas. Tal como se mencionó anteriormente, son numerosas las competencias de este tipo que implican relaciones interpersonales. El hecho de realizar actividades que requieran trabajar con otras personas estimula el desarrollo de algunas habilidades blandas, como lo son el liderazgo, la negociación, la delegación, la confianza en otras personas y la escucha activa.
La interacción con otras personas es un factor esencial en cualquier trabajo, no solo para lograr una mejor relación entre los integrantes de la organización, sino también a la hora de presentar o vender trabajos a posibles clientes. Por este motivo, trabajar en equipo es una rutina que se recomienda incorporar si se desean mejorar las habilidades interpersonales.
Busca una comunicación asertiva
La comunicación es otra habilidad fundamental al momento de interactuar o relacionarse con otras personas. En este sentido, no solo es importante trabajar en qué se comunica sino que también en cómo se comunica.
Aquí, es importante comunicar de forma asertiva. Es decir, expresar lo que se quiere expresar pero de una forma no agresiva, que no hiera o perjudique a la otra persona. Esto permite dar a conocer el punto de vista propio pero respetando al del otro. Comunicarse de forma consciente, intentando dejar de lado la impulsividad, es una práctica fundamental para lograr una comunicación asertiva.
Autoreflexiona
La reflexión personal es otro aspecto importante. Saber cuáles son tus puntos más débiles para trabajar en ellos, pero también cuáles son tus fortalezas para poder maximizarlas es un aspecto clave para poder mejorar tus habilidades blandas. Para ello es indispensable ser honesto contigo mismo. Resulta mucho más fácil incorporar cualquier habilidad blanda cuando uno es consciente de que no la tiene, y de la importancia que significa incorporarla.
A su vez, las empresas que cuentan con un sistema de retroalimentación de otros compañeros suelen verse favorecidas en este punto, ya que posibilita que los integrantes de la organización se realicen sugerencias de forma mutua, que permitan concientizar sobre cuáles son los puntos en los que una persona más debe trabajar.
Es notorio que las habilidades blandas o “soft skills” están tomando un rol cada vez más protagónico a la hora de seleccionar candidatos para un puesto de trabajo. Por este motivo, trabajar de forma consciente en la incorporación de habilidades blandas es un factor fundamental que puede terminar representando una ventaja a la hora de postularse para una vacante de trabajo.
